POEMA DEL MES ENERO
Deseando que vuestra entrada en el Solsticio de Invierno y en el Nuevo Año haya sido todo lo bonita que habeis deseado, GENTE DE TEATRO continua con sus actividad poética !UN POEMA AL MES MEJORA CUANTO VES!.
Para ello hemos elegido este hermoso poema del poeta sevillano muerto en el exilio LUÍS CERNUDA (Sevilla 1902- Ciudad de Mexico 1963 ). Su claridad y agudeza poética es como un bálsamo que ayuda a comprender este país en crisis, y todavía con huesos sin nombre desparramados por campos y barrancos, pleno de desmemoriados atrapados en el cómodo cubículo de un alzhéimer salvador, la belleza encanada de la senilidad y el olvido obligado a una memoria molesta impuesta, por los sublevados a los vencidos, por de decreto.

SER DE SAN SUEÑAS
Acaso allí estará, cuatro costados
Bañados en los mares,al centro la meseta
Ardiente y andrajosa.Es ella, la madrasta
Original de tantos como tú, dolidos
De ella y por ella dolientes.

Es la tierra imposible, que a su imagen te hizo
Para de sí arrojarte.En ella el hombre
Que otra cosa no pudo, por error naciendo,
Sucumbe de verdad, y como en pago
Ocasional de otros errores inmortales.

Inalterable, en violento clarooscuro,
Mirala, piénsala. Árida tierra,cielo fértil,
Con nieves y resoles, riadas y sequías;
Almendros y chumberas, espartos y naranjos
Crecen en ella, ya desierto, ya oasis.

Junto a la iglesia está la casa llana,
Al lado del palacio está la timba,
El alarido ronco junto a la voz serena,
El amor junto al odio, y a la caricia junto
A la puñalada. Allí es extremo todo.

La nobleza plebeya, el populacho noble,
La pueblan; dando terratenientes y toreros,
Curas y caballistas, vagos y visionarios,
Guapos y guerrilleros.Tú compatriota,
Bien que ello te repugne, de su fauna.

Las cosas tienen precio. Lo es del poderío
La corrupción, del amor la no correspondencia;
Yser de aquella tierra lo pagas con no serlo
De ninguna; deambular vacuo y nulo,
Por el mundo, que a Sansueña y sus hijos desconoce.

Si en otro tiempo hubiera sido nuestra,
Cuando gentes extrañas, la temian y odiaban,
Y mucho era ser de ella; cuando toda
Su sinrazón congénita, ya locura hoy,
Como admirable paradoja se imponía.

Vivieron muerte, sí, pero con gloria
Monstruosa. Hoy la vida morimos
En ajeno rincón. Y mientras tanto
Los gusanos, de ella y su ruina irreparable,
Crecen, prosperan.

Vivir para ver esto.
Vivir para ser esto.
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